martes, 22 de junio de 2010

A 8 años de la masacre de Avellaneda



El miércoles, a pocos días de cumplirse ocho años de la denominada “Masacre de Avellaneda”, distintas organizaciones sociales realizaron una actividad en la Universidad Nacional de Luján.
Bajo el impulso de la regional oeste del Frente Popular Darío Santillán, de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón y de Proyecto Sur Luján, tuvo lugar una charla-debate “contra la criminalización de la pobreza y la protesta social”.
El 26 de junio de 2002, una movilización motivó una inusitada represión policial que derivó en los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Y si bien por esos crímenes fueron condenados a prisión perpetua el ex comisario Fanchiotti y el cabo Acosta, continúa el reclamo de juicio y castigo a los responsables políticos, “entre ellos el hoy candidato a presidente Eduardo Duhalde y el actual jefe de Gabinete Aníbal Fernández”.
Uno de los oradores de la jornada fue Alberto Santillán, padre del joven fusilado por la espalda en la estación de Avellaneda. En su intervención, marcó la voluntad permanente de honrar a su hijo a través de la lucha: “Cuando nos pasan estas cosas, te podés quedar encerrado llorando a tu hijo, o bien salir a luchar. Jamás había militado, pero trato de honrar a mi hijo a través de la lucha”.
El invitado destacó la actividad realizada en Luján porque sirve “para enterarte de cosas que no salen en los medios”. En tal sentido, remarcó la nula cobertura mediática que tuvo el “juicio popular” realizado recientemente contra el ex presidente.
“Cuando veo las imágenes de Duhalde y de Solá no puedo dejar de sentir mucho odio. Todavía estoy esperando que el fiscal se digne a acelerar la causa. Hace seis años que está la causa contra Duhalde y todavía ni lo llamó a declarar. Les quiero decir que tenía un hijo maravilloso, y que lo extraño. Pero esté donde esté, quiero que sepa que siempre voy a tratar de honrarlo, tratando de que estos políticos que mandan a matar a los jóvenes alguna vez terminen en el banquillo de los acusados, incluso dándole la posibilidad de defenderse, algo que ellos no le dieron a mi hijo ni a Maxi”, concluyó Alberto Santillán.

REPRESIÓN
Otro de los invitados a la charla del miércoles fue Ismael Jalil, integrante de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI). El disertante habló de metodologías represivas selectivas y preventivas que obedecen a un mismo marco de situación: “Creemos que todos los casos que se presentan, desde la represión selectiva pasando por las vivencias de los pibes en los barrios, se dan porque estamos viviendo en sociedades divididas en clases. Sin ese presupuesto es imposible abordar el tema, como también es imposible encontrar una solución dentro de este sistema”.
“Muchas veces se sostiene que nosotros somos agoreros del desastre, pero la verdad es que no hay una solución en este marco, porque el capitalismo es la gran derrota de la humanidad. Lo único que queda es pelear contra la existencia del capitalismo, a favor de una alternativa”, opinó.
A su vez, hizo referencia a un hecho ocurrido recientemente en la ciudad de Moreno, al cual Jalil calificó como “un caso típico de gatillo fácil, un verdadero fusilamiento encubierto bajo la idea de un presunto enfrentamiento”. El protagonista fatal de la situación descrita fue el joven Sergio Casal. Su padre acompañó la actividad realizada en la UNLu.
El representante de la CORREPI detalló que desde el retorno de la democracia se registran más de 3 mil muertos por casos de gatillo fácil, y de ese total unos 1300 se sucedieron durante los gobiernos kirchneristas. A su vez, la entidad contabiliza 52 asesinatos en situaciones de represión selectiva.
“El Estado está recurriendo sistemáticamente a la represión selectiva, que consiste en matar a los pibes en los barrios y desarticular cualquier posibilidad de que esos pibes transformen su necesidad en lucha. A eso debe sumarse un aparato cultural que hace su trabajo, donde los medios de comunicación contribuyen permanentemente a legitimar eso”, se quejó el invitado.
La jornada también contó con la participación de madres que luchan contra el avance del paco, y de un militante de Quebracho, quien se refirió al reciente juicio que derivó en condenas para dos integrantes de esa organización política.

Fuente: El Civismo

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