Doscientos años luchando por una argentina distinta, nos permite pensarnos y nutrirnos de las mejores tradiciones que posibiliten realizar los anhelos históricos de nuestro país.
Estamos hablando de la resistencia de los pueblos originarios, los revolucionarios de mayo, los caudillos del interior, el sindicalismo anarquista, el radicalismo como primer movimiento histórico, el peronismo y la resistencia, el cordobazo, el sindicalismo combativo, los compañeros que resistieron la dictadura del 76, los movimientos de trabajadores desocupados, las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001.
Recuperar nuestro patrimonio revolucionario es el punto de partida de cualquier análisis para los que pensamos en una argentina emancipada económica, política y culturalmente.
Muchos de esos movimientos tenían un proyecto nacional que es necesario recuperar hoy, es lo que esta ausente en el bicentenario oficial.
Quedan materias pendientes de aquella gesta de 1810, compatriotas todavía hoy, después de 200 años, se encuentran en condiciones difíciles de vida. La inflación, la falta de trabajo, el acceso a la educación, a la salud y a la vivienda, excluyen a la mayoría de nuestro pueblo de la posibilidad de vivir dignamente. La desigualdad, la pobreza y el hambre son tareas urgentes a resolver.
Aquella sumisión y vasallaje a los poderosos de la época, se expresa hoy en la extranjerización de la tierra, en la concentración latifundista, en la entrega de nuestra fauna marítima y fluvial, a la pesca depredatoria de los barcos langostineros extranjeros, que arrojan millones de toneladas de merluza que mueren en la superficie del mar. Se expresa en la entrega del petróleo, del gas y de la minería. Se expresa en la destrucción de las economías regionales, en la destrucción del transporte ferroviario, imprescindible para nuestra integración como nación. Se expresa en la férrea voluntad de pagar una deuda eterna y fraudulenta. Se expresa en su lucha por colonizar nuestras mentes y corazones, para lo cual no se ha ahorrado ni esfuerzos ni divisas y poniendo todos los medios de comunicación al servicio de exacerbar el individualismo y el consumo. Cultura que garantiza y pretende naturalizar el vaciamiento y saqueo de nuestra patria.
En estos últimos 27 años de democracia tanto el PJ como la UCR, que cogobernaron el país, no han sido capaces de llevar adelante estos cambios que la patria demanda. Estas dos fuerzas han perdido y traicionado sus contenidos históricos y representan verdaderos obstáculos para el desarrollo nacional.
En nuestra provincia, Buenos Aires, muchas de esas deudas históricas están potenciadas. Los barrios humildes, donde millones de personas viven en la pobreza mas extrema, se multiplican. La contaminación está instalada en cada rincón de la provincia, destruyendo nuestros ríos, contaminando nuestro aire, destruyendo nuestros espacios verdes.
Donde crece el juego y la timba; y en donde el flagelo de la droga se encarga de la destrucción de nuestros pibes. Donde en lugar de cuidarlos, se los persigue o se los mata.
Proyecto Sur se suma a otras voces de aquí y del continente, para decir que nuestra celebración todavía no ha llegado, que las banderas del patriotismo y la participación popular, tantas veces pisoteadas, serán nuestros estandartes en el largo camino que desde hace mucho más que un bicentenario, los pueblos comenzaron a recorrer. No las arriaremos hasta reconquistar el patrimonio nacional, garantizar la soberanía popular, la justicia social, y los derechos a la libertad, a la salud, a la alimentación, a la educación, al derecho al trabajo, con la obligación de cuidar nuestros recursos naturales y las fuentes de recursos que seamos capaces de crear, caldero del proyecto nacional al servicio del pueblo.
Desde Proyecto Sur humildemente nos proponemos llevar esos históricos anhelos adelantes, para eso es necesario romper con el bipartidismo y confluir con las distintas expresiones del campo popular.
Los padres de la patria como muchos personajes de nuestra historia y otros que han quedado en el anonimato, nos referimos, al conjunto de los trabajadores, hicieron de este país un país con muchas potencialidades que todavía no hemos logrado desplegar. La argentina cuenta con recursos materiales, pero fundamentalmente con la voluntad de hombres y mujeres, para cumplir con el sueño de ver una Argentina democrática, con justicia social, capaz de saldar las deudas con el conjunto del pueblo.
La lucha continúa, la esperanza está en el patriotismo, en el coraje y en la generosidad puesta al servicio de las mejores causas colectivas, las causas emancipadoras.
Proyecto Sur Provincia de Buenos Aires
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