martes, 5 de julio de 2011

Sobre la utilización de Agrotóxicos



COMUNICADO PROYECTO SUR LUJÁN

Es de público conocimiento que el proyecto de ordenanza que pretende regular la aplicación de agroquímicos en nuestro partido viene siendo materia de discusión y debate desde hace más de un año. En los últimos días y, en referencia al tema que detallamos más adelante, miembros de nuestro HCD han incluido en sus menciones a un integrante de nuestro espacio. Por este y otros motivos nos vemos en la obligación de dar a conocer al pueblo de Luján nuestras consideraciones al respecto.

En los comienzos de Junio de 2010 y, con la intención de empezar a tomar contacto con el asunto, la Comisión de Salud convoca al Ing. Daniel Lanson para hacer una presentación de su trabajo de investigación sobre la deriva de agroquímicos. En aquella oportunidad Lanson, no pudo asistir, por ese motivo solicitó efectuar la presentación a quien fue colaborador en su trabajo e integrante de nuestro movimiento el Ing. Agr. Mauricio Miglioranza.

En sus declaraciones y extrayendo fragmentos de la investigación mencionada, los ediles en cuestión intentaron justificar un límite de pulverización a partir de zonas urbanizadas. He aquí donde nos vemos en la necesidad de efectuar las aclaraciones pertinentes para lo cual resulta necesario citar unas breves consideraciones técnicas acerca del trabajo en cuestión.

Citamos de la introducción: “Dado el acotado conocimiento relativo a la deriva de agroquímicos aplicados a soja, se acudió al conocimiento empírico mediante una entrevista a un aplicador de la Provincia de Buenos Aires”.

El aplicador mencionado es Oscar Dichiara, quien adquirió su conocimiento sobre la deriva mediante su propia y vasta trayectoria laboral. Puesto en palabras sencillas esto es, aplicando agroquímicos en un lugar y viendo que se quemaban las plantas del campo vecino u otras que estaban aún más lejos. A partir de estas experiencias Dichiara establece distintos escenarios de aplicación donde se incluyen factores atmosféricos, del equipo aplicador, de las mezclas a aplicar y los relaciona con los posibles alcances por deriva. De esta manera establece un rango de deriva que va desde los 50m hasta los 10.000m.

Es aquí donde los ediles en cuestión intentan argumentar su posición con el fin de reducir la distancia de aplicación. Pero acá es necesario y muy importante hacer la primer consideración: Dichiara observó siempre los efectos de agroquímicos sobre plantas no así en humanos. Cantidades menores de agroquímicos que las necesarias para observar sus efectos en plantas, pueden continuar su viaje y alcanzar las viviendas.

A su vez, lo nocivo para la salud no es solamente la exposición a dosis que causen efectos agudos o inmediatos, si no las consecuencias de la exposición repetida a dosis sub-agudas o que no causen efectos inmediatos pero si a largo plazo. Por otra parte volvemos a citar la conclusión final del trabajo: “Finalmente, consideramos que el presente trabajo, más que un aporte cuantitativo respecto a los efectos de la deriva, significa una puerta hacia nuevas investigaciones que, mediante un abordaje interdisciplinario, profundicen el conocimiento respecto a la deriva de agroquímicos aplicados a soja y sus efectos sobre la salud humana y otras actividades humanas (particularmente sobre las agroganaderas productoras de alimentos), a fin de resguardar las calidad de vida de la población”.

Por todo lo antes expuesto, nos resulta alarmante que se intente fundamentar y promulgar una ordenanza de tamaña envergadura donde está en juego la salud de los vecinos de Luján, basándose en una interpretación incorrecta e incompleta de un solo trabajo científico. Por otra parte, es por demás llamativo que no se consideren investigaciones como la del Dr. Andrés Carrasco publicada en la revista Scientific Journal Chemical Research in Toxicology donde se concluye que dosis miles de veces menores a las utilizadas en mezclas con glifosato inducen malformaciones.

Entre muchas otras cuestiones también nos preguntamos: ¿Cuáles fueron las investigaciones interdisciplinarias que se impulsaron desde organismos del estado?, ¿ Se efectuaron consultas a ediles de ciudades donde ya rige dicha ordenanza?¿Escucharon las voces de los vecinos que conviven con las pulverizaciones por no mas de una calle de distancia?¿Se ha contemplado el impacto sobre la salud de los aplicadores? ¿Se ha abordado la implicancia sobre las escuelas rurales? Desde nuestro movimiento estamos convencidos que el empeño colectivo debe estar dirigido hacia la búsqueda de un modelo donde producir no implique dañar la salud de nadie. El hecho de aceptar que para producir hay que dañar el medioambiente o resignarnos a que haya gente expuesta e efectos nocivos es un crimen o un suicidio a largo plazo. También consideramos que el responsable de resguardar la salud de los habitantes, y quien debe propender y garantizar formas sustentables de producción, es el Estado. El modelo de producción actual no es sustentable a largo plazo. La contaminación con agrotóxicos es solo una de las caras negativas del mismo. Este modelo también ha expulsado a miles de familias del campo generando pobreza y desempleo. Creemos que es momento de encarar una transición hacia nuevas formas de producción, regidas por un Plan Agrario Nacional pensado a largo plazo incluyendo en su diseño a todos los actores: Estado, vecinos, productores, comerciantes, etc. Es inaceptable que siga siendo el mercado internacional quien rige nuestra forma de producir, no podemos ser tan ingenuos de pensar que las grandes corporaciones que proveen de insumos y exportan lo producido, y que además han demostrado ser parasitarias de las economías del cono sur y del resto del mundo, tengan intereses que vayan de la mano con los intereses nacionales. Nuestra soberanía alimentaria no puede estar sujeta a dos o tres granos. Necesitamos encarar ya un plan que nos emancipe como Nación, nos ponga de pie y nos de poder de decisión genuino ante las grandes potencias que están ávidas de alimento, garantizando en primer lugar la sana alimentación de nuestros habitantes. Programas que permitan recuperar la chacra mixta, para que la gente pueda volver al campo, para una agricultura con agricultores para impulsar y generar nuevos puestos de trabajo en el campo, alimentos seguros, mayor biodiversidad, mayor resguardo de nuestro recurso suelo y agua. Impulsar y fomentar producciones con menos impacto ambiental y con mayor generación de empleo.

Es por la responsabilidad que consideramos reviste este tratamiento de ordenanza, que como ciudadanos de Luján y miembros de este espacio Político, Social y Cultural, exigimos se lo aborde con conciencia a futuro. Si el tiempo de tratamiento, continuara resultando insuficiente, creemos que debería instalarse una medida de prohibición basada en el principio precautorio para la protección de las poblaciones mas expuestas, vehiculizando un proceso de investigación acabado que permita llegar a un resultado justo.
PROYECTO SUR LUJÁN

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